Dardo no es trapecista ni puede hablar ni ve el futuro en una bola de cristal ni es mago ni es inventor ni astronauta ni muge en lugar de maullar, y tampoco le ha tocado la lotería como al perro ese que sale en la tele. Dardo es un gato de lo más común: pardo, atigrado, cariñoso y arisco a partes iguales, y, sobre todo, muy glotón. Teniendo esto en cuenta..., era imposible que a Dardo lo hubieran secuestrado. O tal vez no. Pero... ¿quién iba a querer un gato de lo más común?
Soy Priscilla Kraim, tengo casi doce años, y soy detective. Sí, sí, de esos que resuelven casos por muy difíciles y peligrosos que sean. ¿Quieres conocer mis aventuras?