Isabel Medina compila en el presente poemario una obra cuyo eje cardinal, el discurso amoroso, preña de sentido cada composición. No se trata solamente del poetizar sobre la dimensión amorosa del existir (si me falta el amor nada soy, que diría el apóstol Pablo), sino que la especial mirada de la autora se asienta en dos pilares fundamentales: la ternura como modo de aproximación y la voz dada al sujeto poético femenino (y feminista). El título del libro, todo un hallazgo, acarrea una sutil sugerencia de la melancolía que implica la lluvia.