(...) Hay dos maneras de ser poeta: desde la ira o desde la
dulzura. Desde la ponderación, jamás. Isabel pertenece al primer
grupo, a los malditos. Sólo la indignación, la sacó de sus
casillas y rompió a escribir.
(...) canaria de alma transida, que vive el drama silencioso
de nuestra identidad.
Félix Casanova de Ayala
(...) Isabel Medina ahonda en temas universales como el amor,
el paso del tiempo, el recuerdo, el origen del cosmos o el misterio
del destino. Y es especialmente interesante el punto de
vista que asume la autora para hablar sobre el rol que históricamente
se ha identificado con la mujer y con lo «femenino».
Isabel Medina construye con palabras un mundo poético de
imágenes llenas de narratividad.
Covadonga García Fierro
(...) Sentimientos y pensamientos o, en otras claves, corazón y
cabeza. De los poetas se suele decir que escriben con el corazón;
de los narradores con la cabeza.
Isabel Medina aúna ambas cosas y tanto cuando versifica
como cuando novela se entrega con plenitud y lo hace con belleza.
Y esto la distingue y lo aprecian hasta los niños, cuando
les dedica cuentos. Gracias, Isabel.
Juan Julio Fernández