La obra cinematográfica de Víctor Erice ha sido analizada por numerosos autores, pero no se ha profundizado en que la conexión entre sus películas y la pintura es la clave de su poética visual, puesto que él mismo ha afirmado que la pintura es el instrumento más idóneo para liberar al cine de "los artificios literarios y teatrales". Este libro propone un minucioso recorrido por el proceso de la creación artística.