Un complejo y profundo autorretrato que desvela las cualidades que Hemingway tiene en común con los mejores creadores del siglo XX.En 1959 Hemingway regresó a España para cumplir un encargo de la revista Life: escribir un artículo, ilustrado por fotógrafos de la talla de Burrows y Hotchner, sobre el duelo entre dos grandes toreros: Antonio Ordóñez y Luis Miguel Dominguín. A sus sesenta años y sufriendo los trastornos psicológicos que le empujarían a la muerte, el autor se reencontró con las imágenes que le habían cautivado en su juventud y de las cuales surgió El verano peligroso, un libro que contiene momentos del más puro Hemingway, donde lo que se sugiere cobra mayor importancia que lo que está escrito.Reseña:
«Hemingway fue un entusiasta de la existencia y ese entusiasmo brilla en sus páginas.»
Miguel Sánchez Ostiz