La autora nos habla de esos veranos pasados en Mosè, de la emoción del viaje, de los parientes y sus historias, de los campesinos, del servicio, y de todos sus recuerdos de infancia y juventud que se hallan grabados en su memoria y que evoca con todo detalle e intensidad. Entre sus recuerdos más vivos, se hallan sin duda los que giran alrededor de la comida y su preparación: el ritual de la cocina, la elaboración de los platos, los invitados... A través de las recetas de Chiara, hermana de Simonetta, que forman parte de la tradición familiar, de las fragancias del campo y del gusto siciliano, Simonetta construye la historia de la familia, un retrato extraordinario sobre el mundo de sus antepasados, de un lugar y de una tierra, Sicilia, y de todo lo que perdura aún en él.