Es José Aguilar Beltrán, entre otras cosas, un brillante podólogo y un bendito romántico del retrato. Una afición que ha trasladado a la Fiesta Nacional para meternos en el tunel del tiempo y ofrecernos instantáneamente de ese marco grandioso y multicolor que son los toros.
Coincidiendo con la celebración del primer centenario de la plaza de toros, editó un libro con los flach más importantes acaecidos durante la primera centuria de la vida del coso castellonense. Ahora vuelve a publicar otra obra con 577 fotos la mayor parte en color, en la que se recogen momentos de estos primeros años del sigundo siglo de la vida de la plaza.
Si su priemra parte la dedicó monográficamente a lo acontecido en el ruedo, ésta la ofrece al público de la fiesta como auténtico protagonista, aunque sin cercenar aquellas pinceladas que acontecían abajo en el albero, sobre todo la creación de la Escuela Taurina de Castellón, gran evento, entre otros, de este segundo siglo de existencia de la plaza.
Es esta segunda publicación de recuerdo y también respeto a la historia taurina de los de nuestro pueblo, que ve la luz gracias a ese grandísimo aficionado y castellonero de pro, Carlos Fabra. Como un miembro más de ese público aficionado a los toros, que el autor aquí nos concede el máximo portagonismo. Vaya para José Aguilar la ovación más calurosa y cerrada de esta plaza que somos todos.
