En plena crisis de pareja, la narradora de esta novela vuelve al episodio que marcó el final abrupto de su adolescencia y de los años más felices de su familia: la muerte inesperada de su madre en un desconocido Uruguay de finales de la década de los sesenta, cuando nada, aparentemente, turbaba una vida que transcurría entre fiestas elegantes al aire libre, días en la playa o animadas celebraciones. Obsesionada por aquel final, la protagonista regresa, muchos años después, al reencuentro con amigas de la infancia, con las mujeres que conocieron a su padre, fascinante y seductor, y con aquellos que puedan contarle por qué ella y su hermano tuvieron que partir para España apresuradamente tras el fallecimiento de la madre.