En esta variopinta producción literaria las mujeres isleñas fueron también objeto de análisis, en algunos casos, y de simple comentario, en otros, en aspectos como la indumentaria, las costumbres religiosas, la vida doméstica, los trabajos que desempeñaban y la dominación o explotación a las que eran sometidas tanto en el plano laboral como en el ámbito de la vida cotidiana.
Pese a las diversas perspectivas y prejuicios de los extranjeros que arribaron a las Islas (aventureros, científicos, turistas...), sus testimonios constituyen una fuente de gran interés para el conocimiento de la realidad insular de la época y coinciden, en líneas generales, en señalar la opresión en los planos moral y cultural, así como las muy difíciles condiciones de vida de las mujeres canarias.