En su arco creativo puede destacarse una serie de momentos y hallazgos literarios que hacen de él uno de los escritores más sobresalientes del panorama regional. En su primer poemario, Líquenes -publicado originariamente por la revista Hespérides- no sólo se observa la aproximación al creacionismo, sino que representa el inicio de una poética de la imagen y la metáfora vanguardistas. Esta obra significa un punto de inflexión en el tratamiento del ámbito geográfico insular. García Cabrera instaura su propia interpretación, en la que el mar es el rasgo recurrente. Desde estos primeros momentos, la fuerza expresiva de la imagen y de las metáforas, de acuerdo con los presupuestos vanguardistas, estarán muy presentes en la dilatada trayectoria poética de García Cabrera.