El caballo fue uno de los primeros animales en domesticarse y forma parte de la historia del ser humano, al que ha acompañado siempre en las tareas agrícolas y de transporte. Ha sido también un animal especialmente valorado en distintas disciplinas deportivas pero, sobre todo, ha sido un compañero fiel y leal, capaz de formar un tándem perfecto con su jinete, de ayudarle en el trabajo o en el ocio, y de aportar una sensación única de libertad y belleza.