En una urbanización de las afueras aparece troceado el cadáver de una joven inmigrante, y a través de una sabia mezcla de géneros (la novela policíaca y de misterio, la literatura gótica y el folletín, la novela urbana y la de aventuras, la crónica social) el lector asiste a la lucha entre la inteligencia y la locura, la evocación de la infancia y el sadismo, los enigmas de la mente y las contradicciones del alma. Inspirada en hechos reales, esta reflexión sobre la violencia en la condición humana es la más inquietante y seductora novela del autor de Las espiritistas de Telde.
Tres son los escenarios: Madrid, Caracas y la Isla de La Palma. Tres son sus personajes principales: el canario-venezolano Henry Brito, un docente en crisis, el policía Samuel Ortiz y Alicia Rosales, una agente inmobiliaria.
Según el profesor y crítico Miguel Angel Perdomo en esta narración vertiginosa y fluida se nos muestra el claroscuro de la vida que aturde y desconcierta, conduce a la náusea o a la angustia pero también a la libertad y a toda posibilidad de realización. Se enfrentan el amor y la destrucción, la ternura y la esperanza como antítesis del dolor y la muerte. Son fuerzas que se confunden envolviéndolo todo, pero -ante el acecho del mal- reconforta saber que no estamos solos.
Las atmósferas de León Barreto se conectan entre sí; aquí hay referencias a los cuentos de ¡Mamá, yo quiero un piercing!, publicados por Anroart en este 2005. Todo ello ratifica la madurez creativa del autor, su personal universo literario.