+Cuántas veces, en un momento de desesperanza o de desconsuelo, te has dicho necesitaría cambiar, pero soy así y no puedo hacerlo?. Todas esas veces te has engañado respecto a tu capacidad para actuar sobre tu destino. Porque dentro de tí tienes el poder para conseguir todo aquello que puedas desear. Para hacerlo no tienes más que volcarte en tu interior. Esta obra te enseñará qué tienes que buscar en él: son solo nueve principios, nueve pistas que no te convertirán en alguien nuevo, pero permitirán que aflore lo mejor que tienes en tu interior. Principios tan sencillos como confiar en tí mismo, reconocerte en lo que eres y mereces, ser generoso y agradecido o aceptarte como parte de un todo. Construye tu destino no te cambiará la vida, pero será una herramienta indispensable para que tú la cambies.
Este libro te brinda nueve principios espirituales para lograr todo aquello a lo que aspiras.Si se hubiera buscado para esta obra un título paralelo al de otras de Dyer, debería haberse llamado Tus zonas superiores. Porque lo que este libro pretende mostrar es que dentro de ti hay un yo superior, un nivel al que puedes acceder a través de las diferentes fases de tu desarrollo -según afloran y se consolidan los aspectos espirituales de tu ser- y que te dará la capacidad de atraer, hacer patente -manifestar- tus necesidades y aspiraciones.Construye tu destino no es sólo una invitación a hacerte cargo de tu vida con decisión y claridad de ideas. Es más, una gimnasia espiritual que haga funcionar tus mejores músculos, no los materiales, sino aquellos que constituyen tu sustancia divina y que se encuentran atrofiados por falta de uso. El premio del esfuerzo será el mejor: conseguir lo que deseas, convertirte en el arquitecto de tu existencia... esa paz espiritual que sólo se logra cuando se disfruta de la satisfacción de saberse realizado.Esta obra te muestra los nueve principios espirituales que van a permitirte cumplir tus aspiraciones. Se trata de principios sencillos y muy aceptables; sólo necesitas convencerte de que realmente son necesarios.